
Los seres humanos nos protejemos con máscaras de soberbia que impiden que mostremos nuestro verdadero ser
CDMX, 3/9/2010. Este día Ramavajan nos platicaba: me he estado dando cuenta recientemente de que estamos rodeados por enemigos; por eso, es importante detectar a los demonios que tenemos en nuestra familias, en los grupos de amigos y en el trabajo. Tenemos que segregarlos, para que todos se den cuenta de sus malas intenciones, ya que ellos se dedican a estropear la comunicación entre nosotros las personas de amor. A fin de diferenciarse de los malditos, Ustedes siempre manejen afecto; que es lo que los seguidores de Jesús el Cristo queremos y necesitamos.
Explicó que una de las estrategias que estableció Ilsravé para bloquear la Victoria de la Luz fue hacer encarnar a varias razas enemigas (friones, albes y septuarios), entre nosotros, para que se infiltraran e interfirieran todo lo que realizamos. Estos seres son muy racionales, buscan activar nuestro ego confrontándonos; no aceptan nada como totalmente bueno y no admiten el amor dentro de ellos —especificó.
Para Ramavajan, Oleg y yo (Sharover) darnos cuenta de que muchas personas cercanas estaban disfrazadas con piel de cordero, nos costó sudor y lágrimas. Cada vez que comentábamos algún mensaje con nuestras parejas o con conocidos, algo ocurría; de repente todo se bloqueaba; los proyectos se derrumbaban y había que comenzar de cero. Por ejemplo, los Maestros nos decían: hoy corresponde trabajar la soberbia pero, cuando llegaba la hora de reunirnos con el grupo, nadie aparecía; como si alguien les hubiera aconsejado que no asistieran. Después los Maestros decían: tomen al menos dos tazas de café al día pero, al llegar a casa, lo primero que nuestras esposas decían era: ¡a partir de hoy ya no vamos a tomar café!; peleábamos y nos quedábamos extrañados. Luego nos pedían los Maestros que preparáramos una visita a algún lugar sagrado y de la nada nuestros cercanos inventaban: tenemos que ir a Cuernavaca este fin de semana, no podemos. Únicamente debido a que fuimos muy constantes durante los trabajos principales de nuestra misión, fue que logramos el cometido; sin embargo, algo nos seguía afectando.
La situación empeoró hasta que un día los Maestros dijeron: Ustedes están durmiendo con el enemigo, ¡tengan cuidado con lo que dicen! Sus esposas los están bloqueando todo el tiempo; deben darse cuenta de esto y recordar que, a pesar de lo difícil que parece esto, Ustedes lo planearon. Y para ser honestos, no podíamos creer lo que acababan de decirnos. Al preguntar más a fondo, confirmaron: tu esposa es la lideresa de la raza de los albes; la del otro hermano es la jefa de los friones y aquél amigo que Ustedes conocen, vive con la jefa de los septuarios... Nos quedábamos boquiabiertos, ¡cómo podíamos vivir así tan tranquilos! ¡Las personas a las que amábamos se habían aliado con el anticristo para destruirnos! Ramavajan comentó: este aviso nos desbalanceó por mucho tiempo; hasta que aceptamos la realidad. De la misma manera, Ustedes queridos lectores también es posible que detecten a varios enemigos y esto les produzca tristeza, frustración, dolor, traición o coraje. Es menester que saquen esos sentimientos de su cuerpo lo más pronto posible, para que tengan vidas plenas, llenas de felicidad y amor, como lo quiere Jesús el Cristo.
Tengan cuidado, hermanos de luz —continuó Ramavajan; a nivel consciente estas personas dicen estar interesadas en la verdad pero, inconscientemente (en 4ª dimensión), son otro tipo de seres completamente distintos a los que Ustedes ven; sus obras son diferentes a lo que pregonan, fueron enviados para destruir y bloquear la acción del bien.
Entonces nos explicaron que en la Tierra hay encarnados 250 millones de seres que pertenecen a la raza de los friones. De éstos, el diez por ciento viven en México; es decir, hay veinticinco millones de estos individuos en nuestra nación —explicó. Y aclaró que esa raza es en extremo cruel y sanguinaria. Otra cosa que le dijeron es que hay ochenta y ocho razas enemigas conviviendo con nosotros en el mundo. ¿Ahora comprenden por qué la situación de la violencia está como está y por qué se está muriendo tanta gente? Es una limpieza que se necesita —externó.
Protejan a los integrantes de la Línea de la Luz, a la que Ustedes pertenecen –afirmó Ramavajan. Hay personas que quieren obstruir cualquier mensaje de verdad que sea comunicado; pero si Ustedes dudan, si utilizan sólo la razón y abandonan su intuición, los enemigos pueden generarles mucha confusión y afectar su determinación. Los malditos están capacitados para orillarlos a la negatividad; son extremadamente racionales, agresivos, irónicos y siembran la desesperanza. No se dejen influir por su negatividad, o los que sufrirán van a ser Ustedes.
La duda es el arma más poderosa que tiene el enemigo —continuó exponiendo. Por eso es importante que detecten a tiempo estos cánceres y sean inteligentes haciéndolos a un lado o, de otro modo, tarde o temprano ellos los someterán. Si estamos divididos, los oscuros tendrán más poder; por eso hay que soltar todo lo que nos divida a nosotros. Mientras más unidos nos mantengamos, avanzaremos más rápido el camino de la purificación y alcanzaremos la plenitud en esta vida, por lo que seremos muy felices.
No se dejen engañar, hermanos de luz; cierren filas, ya que el sufrimiento se está acabando y no tiene futuro. No hay que permitir que el enemigo nos distraiga quitándonos años de felicidad y amor. No dejen de lado nuestro objetivo, que es la misión de Jesús el Cristo para nosotros: ser amor, verdad, sinceridad y felicidad. Imaginen el mundo hermoso que vamos a tener, yo ya lo he visto varias veces: en él hay bosques plagados de aves maravillosas, todo va a ser cristalino y lleno de luz; pero tenemos que trabajar juntos para que este objetivo se realice lo más pronto posible; recuerden que el anticristo ya no existe, ésa era la parte más difícil de nuestra misión; ahora nos corresponde a nosotros darnos la oportunidad de tener el crecimiento espiritual que nuestras almas requieren para llegar a la plenitud. Los saludo con mucho amor y con la firme convicción de que ya ganamos la batalla; sigamos adelante para que el edén que nos han prometido llegue lo más pronto posible —concluyó Ramavajan.