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Los seres humanos nos protejemos con máscaras de soberbia que impiden que mostremos nuestro verdadero ser
CDMX, 5/6/2017. Hemos platicado de varias etapas en las que nuestro líder Ramavajan ha estado padeciendo, sufriendo por situaciones económicas, personales o producto de los embates frecuentes contra su mujer (la hija de Ogipter), o contra Ogipter mismo (sus “enemigos en casa”), quienes le hicieron la vida difícil durante algunos años. Desesperado, este día rezó a Dios: Dios mío, lo único que tengo en mi vida son mis pensamientos y mis emociones; éstos, te los entrego a Ti. Y sin una moneda en la bolsa, abatido, le dijo esto que significaba un voto de confianza al Creador (el cual al parecer era indispensable hacerlo hoy): soy tuyo, te prometo que no me voy a ir con el camino contrario. Y, después de unos cuantos suspiros, comenzó a caminar por las calles de la colonia Roma y se sintió más tranquilo; todo comenzó a fluir mejor ése y los días siguientes.
Después de esta última catarsis, me comentó esto acerca de los demonios: quien no ayuda, estorba; por eso no debemos consecuentar a los demonios, o nunca vamos a poder salir adelante (siempre van a estar estorbándonos). También habló de hacer juicios: no debemos juzgar a nadie, es una práctica positiva dejar de estar emitiendo valoraciones -a la vez me pidió que no pusiéramos groserías ni palabras altisonantes aquí, en nuestro portal.