Los seres humanos nos protejemos con máscaras de soberbia que impiden que mostremos nuestro verdadero ser
Vivimos de Dios, no de la mercadotecnia
Podemos ser felices si nos enfocamos en lo que somos y no en lo que tenemos
CDMX, 1/10/2012. Cuando la mercadotecnia fue contaminada con energía de maldad, el engaño en el que vivíamos alcanzó niveles de sometimiento nunca antes vistos; fácilmente fuimos atrapados por una publicidad hipnotizante que nos convertía en zombies y que nos condenaba a endeudarnos al adquirir montañas de productos que no necesitamos, haciéndonos creer que comprábamos una felicidad duradera que cubría nuestros huecos, siendo que la paz se encuentra al interior de la persona, no afuera. Poco faltó para que los seres humanos tuviéramos que pagar por respirar, nada más lejano del plan divino en el cual Dios creó el Universo gratis para nosotros.
Importante conocer nuestro origen
Ahora que los modelos creados por el Anticristo se tambalean, Ramavaján nos dice: Dios está produciendo que la realidad vuelva al lugar que le pertenece, que las cosas regresen a su verdadero valor y nivel. Nuestra riqueza, entonces, proviene del Creador, Él es quien nos alimenta y a Él regresaremos una vez que abandonemos este mundo de ilusión. Por eso, en esta fecha Ramavaján afirmó: Quiero que sepan que nosotros, los seres humanos, vivimos de Dios, no de la mercadotecnia. Estamos en la Era de la Verdad de Jesús el Cristo y es importante recordar lo que en somos y de quién vinimos.