Desesperado, Ramavajan dijo a Dios: ¡ayúdanos, Padre, no has hecho nada!

Dios le ofreció un baño en oro, pero él no quería aceptarlo

Imagen producida por Meta AI WhatsApp (con efecto de Photomania.net)

Inicia la "interminable" etapa de reconstrucción de nuestro líder

CDMX, 30/12/2012. Dios estaba triste al ver el estado emocional que estaba atravesando Ramavajan . Consternado, nuestro líder le pidió ayuda al Padre por la situación que percibía desde el etéreo y a nivel físico en nuestro mundo: ¡ayúdanos pronto, Padre! Nosotros ya cumplimos con nuestra parte y ve cómo está sufriendo la gente de luz; ve a tus hijos más queridos; no tienen dinero y tienen que enfrentar múltiples situaciones y todo es porque tú no has actuado! —le recriminaba, sintiéndose muy cansado después de la batalla final. En cambio, observa cómo aquellos que no te aman viven a gusto y sin problemas —insistía. Dios sabía que Ramavajan hablaba con sentimiento y verdad debido a que, al voltear a ver a sus elegidos, muchos estábamos sufriendo, por lo que se puso muy triste. Prometió que aceleraría su regreso a nuestro mundo, para que las cosas pudieran mejorar.


El baño reparador

Por la noche, Dios llevó a Ramavajan (a nivel del etéreo) a la cima de una enorme montaña, que después nos dirían está localizada en Saturno. El paisaje se veía desértico, con mucho polvo y viento. En la cima de ese lugar distante, Dios le entregó a nuestro líder un enorme saco con objetos de oro y le pidió que lo bajara de la cima. Ramavajan sentía que ese saco pesaba muchísimo: yo no sé por qué te hago caso —le decía enfurecido, sensiblemente agotado (pasaría más de una década antes de que se recuperara por completo). Cuando descendió de esa montaña sagrada, abrió el saco y vio que había en él muchos objetos, todos eran de oro: ollas, sartenes, un cáliz, cubiertos, herramientas diversas, en total había 2,824 objetos en esa bolsa. Muy enojado, Ramavajan gritó: ¿para qué quiero esto, Padre? ¡son puros cacharros! dame la riqueza para ayudar a mis hermanos en pobreza extrema, la cual me prometiste antes de venir a esta misión; cumple lo que tú y yo habíamos acordado… ¿cómo voy a ayudar a la gente con estas ollas?

Viendo nuestro Padre que nuestro líder no comprendía el significado y el uso que podría darle a estos objetos sagrados, le pidió que se bañara en una tina con oro líquido que preparó para él. Ese líquido está hirviendo, reclamó Ramavajan al ver la tina. No te vas a quemar le dijo el Creador, invitándolo a darse un baño reparador. Malhumorado, Ramavajan accedió a entrar a esa tina y se sintió muy a gusto, aunque todavía estaba algo molesto.


A la mañana siguiente

Sintiéndose un poco mejor, al día siguiente Ramavajan pidió a los Maestros Ascendidos que, a partir de esa fecha, ellos se encarguen de llenar de luz a nuestro planeta: yo me descargo mucho cuando jalo energía para la Tierra, ahora les toca a Ustedes ayudarme en esta labor —solicitó. Y fue entonces que creó en el etéreo una enorme pirámide de luz que cubre a nuestro mundo; esta pirámide tiene cinco puntas; en la punta superior pidió la presencia de Dios, para que arroje mucha energía sobre nosotros; en los otros cuatro vértices pidió que estuvieran Sanat Kumara, Jesús El Cristo, Saint Germain y Zanday. Les solicitó que durante veintiún días seguidos, su luz y bendiciones cubran nuestra casa para que se manifiesten cambios en beneficio de quienes pertenecemos a la "línea de la luz" —pidió.

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