Trabajo para acelerar la salida de los demonios más grandes

El objetivo de esta meditación fue liberar energía que aún tenían demonios importantes en nuestro mundo

Foto de Sharover, mural en la colonia San Bartolo Ameyalco (efecto de Lunapic.com)

La más importante de las diez meditaciones en el vórtice de la Roma

CDMX, 25/10/2013. Este día nos reunimos para efectuar la novena meditación sobre el vórtice por el cual ingresamos al Armagedón. Los Maestros indicaron que este trabajo serviría para acelerar la salida de los demonios principales, los más afianzados, los cuales son quienes por siglos han estado más protegidos energéticamente y quienes siempre se alimentan de la energía de los demás seres humanos; dichos demonios siempre han disfrutado de una situación privilegiada sin esforzarse mucho y viven de la energía de la gente del bien. Nuestros Guías anticiparon: la décima meditación sobre el vórtice del Armagedón va a ser algo muy especial, ya que el cierre de este ciclo de diez trabajos espirituales será el más importante de esta serie, que ha sido muy intensa.


Un demonio al que habíamos olvidado

Inició el mensaje refiriéndose a un capítulo que pensábamos se había cerrado por completo: Dios nuestro Padre está en plenitud por la muerte de Ogipter, quien era uno de los demonios más fuertes de todo el Universo. Ante nuestra sorpresa, continuó el mensaje: Ogipter era el brazo derecho del Anticristo, poseía una gran magia para el manejo de la maldad. Aclararon: Ella (quien fuera la suegra de Ramavajan) era uno de los pilares de la energía de maldad de su mundo, uno de los demonios principales, los cuales en toda la eternidad de su existencia han causado mucho daño. Ahora ella está controlada y se encuentra en un reformatorio espacial, dentro de un proceso de desinfección. Continuaron explicando: Era un ser muy maldito que ocasionó muchas desgracias y, al mismo tiempo, fue uno de los soportes de la estructura demoniaca.


Recordando el decreto que produjo la muerte de Ogipter

Continuaron: Ogipter era un ser malévolo y mágico, muy perverso, el cual tenía doble cara, doble fondo. Por un lado mostraba una faz de dulzura y bondad, con la cual brindaba mucha ayuda al prójimo, pero internamente era un ser quien, con sus palabras y con su magia, hizo mucho daño a mucha gente de Luz. Físicamente siempre estuvo diezmada, siempre bajo el yugo de la hermana, otro demonio igual, pero no de tan gran magnitud. Ogipter perdió su vigor, su fuerza, después de un combate decisivo con los cambios de la energía, ya que Ramavajan al estructurar un trabajo en el cual a los demonios se les iba a regresar todo el mal que habían hecho*, Ogipter después de dos semanas recibió una carga de energía de desesperación, insomnio y ansiedad impresionante, debida a todo el daño que había generado. Se despidió de toda su familia, en donde ella era el enlace de esta energía. Entró en coma y abandonó la materia dejando detrás una estela de maldad, destrucción, odio y especulación entre la gente que le rodeaba. Gracias a Dios que les abandonó, porque lo único que quedó de su presencia fue su estela de maldad y ya se liberó toda la presión que producía entre los seres que la acompañaban, con lo cual algunos de sus familiares ahora están confundidos, otros felices y otros más con la incertidumbre que produjo la liberación de toda esa fuerza maligna, la cual ya no genera ningún tipo de efecto.


En tono de victoria

Adiós, Ogipter, gran guerrero del mal, el cual en estos momentos estás en un crecimiento espiritual, aunque siempre pensaste que tu maldad iba a vencer frente a la Luz, qué equivocada estabas, porque al final, la Luz te venció a ti. En esos momentos le llegaron muchos pensamientos a nuestro líder, quien continuó transmitiendo este aviso: Tus culpas, Ogipter, tus manías y todo el desastre que generaste lo pagarás con el Juicio Divino que te otorga Dios por ser un ente de ínfima calidad moral, amorosa, estructural y especial. Ramavajan se despide de ti, gran guerrero del mal, enemigo de mil batallas en la cual, cuando más derrotado se sentía Ramavajan, milagrosamente realizó un trabajo de energía para que toda la maldad generada se regresara a las personas que la habían creado, con el cual dejaste la materia dándole un descanso a nuestro líder después de 30 años terrenales de estar en continua lucha para ver qué fuerza dominaba a la otra. Al final, como en las historias, el mal cayó, terminó una guerra temible e incontenible, porque Ogipter no pudo contra nuestra energía. Y si ese gran guerrero no supo manejar ese tipo de energía, los demonios inferiores que se cuiden, ya que les aguarda algo inesperado para los destinos que tienen.


Despedida a los malditos

Habló el espíritu de Ramavajan: Saludos, demonios malditos, Ramavajan les asegura su exterminio ya que hemos vivido combates durante muchas décadas terrenales. Los demonios están siendo aniquilados y ya están dejando la materia. Al mismo tiempo, se está liberando la presión que ejercían sobre otros seres. Felicidad hay en el Reino de los Cielos al saber que la limpieza espiritual que está habiendo en el planeta Tierra va en muy buen camino. No se asusten, hermanos de la Luz, no se atemoricen, porque todos los hechos que se están presentando en estos tiempos son limpiezas espirituales, de karma, de estos demonios que nos tuvieron agobiados por milenios. La gente de la Luz está libre de pecado, no tengan miedo. Y que a pesar de sus dolores sentimentales, en el corazón, cabeza y cuerpo, van a tener en sus destinos un Edén, el cual en poco tiempo existirá en esta Tierra gracias a Ramavajan y al ejército de la Luz. No pierdan la Fe, no se desanimen, el mundo feliz en poco tiempo llegará a sus vidas expulsando en una situación final al mal de este planeta y de los Universos. Tengan un feliz día de los muertos. Concluyeron así: fin del mensaje.


Otros trabajos

Por estos días Ramavajan también hizo un trabajo para quitarle energía de dinero a cuatro grandes demonios de nuestro mundo, entre quienes se encontraba Carlos Slim.

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*Nota: Cuando Ramavajan hizo esta petición a Dios, jamás pensé (Sharover) que los demonios tenían una protección que les cuidaba de y al pagar karma.