Los seres humanos nos protejemos con máscaras de soberbia que impiden que mostremos nuestro verdadero ser
Trabajo con el cual se cierra el armagedón
Al comenzar a soplar un viento liberador, realizamos una limpieza a nuestro canal central, así como al del planeta
En Chapultepec, nos acostamos a meditar en el piso de la rotonda del Escuadrón 201 (fotografía de Sharover con efecto de Lunapic.com)
Era otra fecha importante
Chapultepec, CDMX, 31/8/2012. Cuarenta y tres meses exactos después del armagedón, Ramavajan y yo nos dirigimos al monumento del Escuadrón 201 de Chapultepec, para realizar nuestra quinta y última sanación del canal central. Los Maestros comentaron a nuestro líder: esta purificación la tienen que hacer en el mismo lugar donde se llevó a cabo la meditación previa al armagedón, ya que allí comenzó todo. Tienen que cerrar un ciclo importante.
Recordando el 31 de enero del 2009*
Camino a la zona de la meditación, recordamos aquél 31 de enero 2009 cuando nos reunimos cinco personas para conectarnos con las galaxias de amor que estaban alineándose en ese momento. Estábamos con Oleg de Olama nuestro amigo Pedro Sáenz y una persona cuya presencia era necesaria ya que, al llevar consigo un canal energético que la conectaba con Ilsravé, le pasaría a éste un mensaje sin el cual no hubiéramos podido ingresar a atacarlo con sorpresa (el mensaje era que Ramavajan le había tenido miedo y eso hizo que el maligno se confiara). En aquél trabajo los cuatro invitados a la meditación previa, nos colocamos en círculo, viendo hacia nuestro líder y, después, viendo hacia afuera.
El trabajo de hoy
Después de tantos meses no recordábamos el lugar exacto donde hicimos aquella concentración, pero nos colocamos en donde estaba "la arena" o escenario del monumento, del lado derecho, viendo hacia el norte. Comenzamos conectándonos con la Tierra y entonces sentimos energía de la Madre Tierra subiendo por nuestras extremidades inferiores. A partir de ese momento los visitantes que estaban en Chapultepec extrañamente comenzaron a alejarse y nos dejaron solos en el recinto. Los Maestros Ascendidos nos pidieron que nos sentáramos y surgió un sol abrazador, que nos llenó de energía.
Ramavajan comenzó a hablar, agradeciendo a Dios y a todos los seres que participamos con nuestra labor incansable y compromiso por llevar adelante esta misión, que costó mucho tiempo y esfuerzo. Pidió la segunda limpieza del canal central del planeta y también que se conectara dicho recinto con Xochiatlecutli, por lo que visualizamos una conexión energétia con el pueblo de Mixquic. Los Maestros dijeron que una miríada de seres, el ejército de la Luz completo, estaba allí presente a niveles etéreos para conmemorar este cierre y nos sentimos contentos.
Otro momento inolvidable
Entonces nuestro líder me dijo que pidiera lo que yo quisiera y agradecí el sacrificio de Jesús el Cristo, sin el cual hubiera sido imposible efectuar nuestra misión y también el de Saint Germain, quien estuvo trabajando con mucha dedicación por más de 800 años para preparar el ataque, ya que fue él quien le proporcionó a Ramavajan la técnica de la esfera gris que nos salvó. Pedí que todos los seres quienes participamos en esta misión -como la Virgen de Guadalupe-, estuviesen aún más cerca de Dios. De repente el sol se ocultó detrás de una nube (ya que Ramavajan pidió mentalmente que no hiciera tanto calor, se estaba sofocando con tanto sol).
Seguíamos recostados y nos solicitaron que abriéramos los ojos y los brazos para ver el cielo y observamos cómo las nubes pasaban aceleradamente, dejando ver a ratos un hermoso cielo azul, tan hermoso como el que veíamos cuando éramos niños, y comenzaron a formarse extrañas figuras en el cielo. Pasaron los minutos mientras seguíamos recibiendo energía de integración de todo lo que significó este gran evento y, después de esta grata experiencia, nos pidieron que nos sentáramos a integrar toda la energía que habíamos recibido.
Meditando, nos dedicamos a recordar varios eventos que habíamos vivido hasta este día y pedimos a Dios que América Latina se encuentre unida y que formemos un bloque de protección contra EEUU, quienes por generaciones nos han estado afectando. Nos dijeron que Dios está muy contento con todo el trabajo que se ha hecho y que certificaríamos esto con una noche espléndida y una jornada siguiente que sería hermosa, con nubes increíbles y todo el gozo que sentiríamos por dentro.
EEUU mostrará su verdadero rostro
Cuando hacemos una meditación, de repente se rompen enlaces energéticos que nos tienen conectados con demonios o, incluso, con energías negativas de otros países (ya que todo está relacionado). Ramavajan me dijo: ese discurso que maneja Estados Unidos sobre que Dios está de su lado y que son una gran nación, en realidad es todo lo contrario; a partir de hoy viene su caída. Se van a terminar todas esas hipocresías que los hacían ver como grandes seres preocupados por el bienestar de los demás, cuando en realidad la historia ha sido diferente. Nuestro líder explicó: a partir de ahora estarán padeciendo un calentamiento global particular (y mencionó que es un castigo por no haber firmado los Acuerdos de Kioto); con las sequías y los fenómenos ambientales que van a padecer, comenzará una gran purificación para ellos. También mencionó que Estados Unidos va a terminar rogándonos a los países latinoamericanos por ayuda, ya que van a estar muy necesitados económicamente.
El depósito del mar Mediterráneo
Los Maestros dijeron que aún existe una reserva muy grande de energía negativa, localizada debajo del Mediterráneo, y que estos acumuladores de maldad son similares a baterías que combinan uranio con metal (es decir, que contienen mucha energía) y que aún dan sustento a muchas personas que pertenecen al camino oscuro. Por lo anterior, le pedimos a Dios que transmute esa fuente de energía oscura en energía de amor, a fin de que se extinga la maldad en nuestro planeta.
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*Al estar recordando el día previo al armagedón, Ramavajan me explicó que tuvo que adelantar la fecha del ataque ya que, si dejaba pasar uno o dos años más, la Humanidad padecería mucho.