Trabajo contra los políticos que roban y mienten

Durante años Ramavajan se ha preocupado por corregir los innumerables problemas de nuestro México

Imagen producida por Meta AI WhatsApp (con efecto de Lunapic.com)

El ataque a Oleg

CDMX, 3/6/2015. Por estos días nuestro hermano y guerrero Oleg de Olama, tuvo problemas de salud y Ramavajan detectó: a Oleg lo quisieron fastidiar; fue un complot organizado por un pequeño grupo de demonios; pero a partir de hoy, los Maestros se van a encargar de apoyarlo en sus negocios. Nuestros Guías Espirituales reconocieron: es cierto que Oleg ha sufrido por esta situación, pero todo lo que le pasa es para su engrandecimiento.


El Chikunguña

Algo va a ocurrir, que no lo van a poder sacar de la negociación —alcanzó a percibir nuestro líder, conectándose a niveles etéreos. A Oleg le dio Chikunguña, por lo que me enfurecí y le pedí encarecidamente a Dios que ese virus se lo lleve a Estados Unidos, a donde pertenece -decretó.


Año de cambios

Vienen muchos cambios por todas partes del orbe y a todos los niveles —comunicó en ese momento Ramavajan. En el trabajo de hoy, vamos a pedir a los Maestros que las personas que somos honestas y trabajadoras ganemos mucho dinero, pero que a los abusivos que siempre están evitando el trabajo y sólo buscan aprovecharse de los demás, que a esos se les bloqueen todos sus caminos y acciones. Entonces nos pusimos a meditar y después de que nuestro líder se conectó con los planos superiores, pedimos: que en los puestos de elección popular, aquellos quienes sólo se dedican a decir mentiras y a engañar al pueblo, que a ésos se les complique todo; y Ramavajan puso el ejemplo del encargado del Instituto Nacional Electoral (el INE): esa persona sólo es otro político ladrón.


Otras peticiones

Ramavajan también solicitó: que en las próximas elecciones el manejo de la brujería sea bloqueado; que los políticos mexicanos ya no puedan utilizar magia negra o que sus conjuros ya no les funcionen. Los maestros le informaron que van a neutralizar esas acciones malignas. También afirmó cual decreto poderoso: si nuestros gobernantes no "se ponen al tiro" y le echan ganas en su trabajo en beneficio del pueblo, que mejor se vayan de aquí de una vez. Complementó la idea: nosotros los ciudadanos les pagamos a quienes llegan al poder; es su obligación respondernos, no es para que estén de adorno robando dinero por doquier; las personas ahora estamos teniendo un despertar de consciencia y los políticos están obligados a demostrar resultados todo el tiempo —afirmó.


La energía de los caídos

Entonces platicó de cómo ha visto que los demonios destruyen todo lo que tocan: la energía de los oscuros es muy negativa y ahora se está notando más; hay una vecina que tiene una vibración tal, que desbieló un Nissan a los diez meses de que se lo dieron —comentó, y le platiqué el ejemplo de mi jefa (Gabriela), quien prácticamente destruyó un automóvil Volkswagen de la empresa, el cual se lo dieron casi nuevo. Así es la energía de los malvados, es muy mala; mi suegra ( se la pasaba inventando cosas y tenía una habilidad especial, pues todos le creían sus mentiras a esa señora; creó muchas historias de la nada durante años; en cambio, la energía de nosotros —las personas de luz— es diferente. Hace tiempo que tenía mi negocio de artículos de limpieza; un cliente de Toluca comenzó a mentir y a inventar que yo no le había enviado su mercancía; "me estás robando" -decía, y me llamó "mentiroso y ladrón". Sin embargo, pude demostrarle que sí le entregué los productos, por lo que después tuvo que pedirme perdón, pero en lo que comprobaba esto, él tuvo que hacer un gastó doble. Entonces le dije: "ya no voy a surtirte; si algo tengo, es que no soy un ladrón".


Despedida

Fue así como terminamos las peticiones y me preparé para tomar el camino de regreso a casa. Antes de partir, Ramavajan dijo: no cabe duda que los demonios son pura maldad y su energía está muy sucia. Pero después de todo lo que hemos hecho, están ocurriendo muchos cambios, y son positivos… no olvides rezar para que comercialicen el chip que sirve para que ya no nos estén robando gasolina en las estaciones de servicio —asentí, y me despedí en ese momento.